El Parkinson es una enfermedad que afecta a unas 160.000 personas en España. Esta enfermedad neurodegenerativa que provoca temblores, rigidez muscular, alteraciones posturales, pérdida de movimientos y cambios en el habla entre otros supone para los pacientes una gran pérdida en la calidad de vida.
Hasta el momento los pacientes eran tratados con fármacos, fisioterapia e incluso, cuando estos tratamientos no eran efectivos, podían ser tratados con cirugía consistente en la implantación de neuroestimuladores capaces de reducir los movimientos involuntarios de los pacientes.
Con la incorporación de la cirugía robótica en el campo de la neurología los pacientes se podrían ver beneficiados de esta técnica. La precisión de la cirugía robótica ha permitido que por primera vez estos pacientes puedan ser sometidos a cirugía cerebral en nuestro país. El primer centro en emplear la técnica robótica con este fin ha sido el Centro Médico Teknon de Barcelona. La cirugía, consistente en implantar los electrodos en un circuito intercebral logra, como se ha mencionado con antelación que los pacientes controlen mejor los movimientos involuntarios y en algunos casos incluso eliminar la medicación.
Con la introducción del robot se consigue mejorar, tal y como ocurre en otras cirugías, la precisión de la colocación de los electrodos al milímetro y reduce el margen de error. Finalmente se reducen los riesgos de lesiones residuales que pueden provocarse cuando la intervención la realiza la mano humana. La mejora de la visión de la zona a intervenir y una mejor planificación de la trayectoria quirúrgica. Otra de las ventajas que señalan los expertos es que ya no es necesario despertar al paciente durante la intervención para comprobar que la implantación había sido exitosa. De esta forma el intervenido está dormido en todo el proceso, convirtiéndose así en una cirugía cómoda y con grandes beneficios para la calidad de vida del paciente.
