Cuando los especialistas notan el crecimiento en la glándula tiroides debido a la presencia de nódulos, se ven obligados a tratar al paciente e incluso en los casos más graves intervenir para extirpar la presencia de los mismos.
La tecnología ha permitido que hoy en día y con las mejoras que aporta el robot Da Vinci se pueda intervenir la glándula tiroidea por la axila, sin necesidad de recurrir a la tradicional cicatriz en el cuello del paciente.
Hasta el momento los resultados obtenidos con este tipo de intervención están siendo satisfactorios por las ventajas, que en otros tipos de intervención también aporta el robot Da Vinci, como por ejemplo menos molestias postoperatorias, menor riesgo intraoperatorio y finalmente un tiempo de hospitalización más corto, entre otras muchas más ventajas para el paciente. La zona del cuello muestra dificultad a la hora de operar pudiendo dañar a otras zonas como las cuerdas vocales.
Con la incursión del robot Da Vinci en el campo de la cirugía de tiroides se afina la precisión de la intervención y se disminuyen las incisiones, que pasan a ser en la axila y, ya de por sí, mejora el área de abordaje. Hasta el momento este tipo de cirugía se puede emplear para el tratamiento de los nódulos, la extirpación del bocio, carcinomas foliculares de tiroides y finalmente adenomas de glándulas paratiroides.