El cáncer de testículo suele aparecer como un pequeño bulto en el testículo del paciente. Suele darse en hombres entre los 15 y 35 años de edad y en mayores de 60 años. Este tipo de cáncer es uno de los que mejor pronóstico y respuesta al tratamiento tienen.
El tratamiento, como el de otros tipos de cáncer, siempre depende de la etapa en la que se encuentre el cáncer, el tipo de tumor y el estado de salud del paciente. Normalmente el tratamiento consiste en la cirugía, denominada orquidectomía. A posteriori se puede recomendar radioterapia o quimioterapia pero siempre dependiendo- tal y como hemos mencionado anteriormente- del tipo de tumoración.
Las cifras muestran que no son muchos los casos que se detectan al año en España de este tipo de tumor, concretamente unos 825 casos. La cirugía abierta, sea joven o no el paciente, siempre muestra una serie de inconvenientes como mayor riesgo de sangrado e infecciones. En el 55º curso de urología de la Fundación Puigvert, celebrado este mismo mes, se ha puesto de manifiesto como la robótica se ha convertido en una de las mejores opciones frente a la cirugía abierta, debido a las ventajas que la técnica ofrece. Según los expertos participantes, de entre los que se encontraban el doctor Fernando Gómez Sancha y el doctor Richard Gastón, realizando cirugías en vivo, permite un mejor acceso al tumor y a los ganglios afectados en la zona abdominal.
El abordaje por parte del especialista es mucho más fiable debido a que la robótica aporta mayor precisión y la protección de los tejidos sanos. Asimismo, la recuperación del paciente es más rápida, la hospitalización más corta y finalmente se mejora la estética, ya que se evita una gran incisión en el abdomen del paciente.
El cáncer de testículo requiere vigilancia, es por ello que los hombres deben hacerse autoexploraciones testiculares- al menos- una vez al mes. El hombre deberá palpar ambos testículos para determinar si nota la presencia de bultos anómalos e irregulares.