La próstata es una glándula situada detrás del pubis y conecta la vejiga con uretra. Se encarga de producir el líquido seminal y tiene muchas fibras musculares lisas que contribuyen a expulsarlo durante la eyaculación.
Una próstata sana en un hombre joven tiene un volumen de 15-25 mililitros, pero con los años va aumentando de tamaño, generalmente como resultado del crecimiento prostático benigno o hiperplasia benigna de próstata (HBP).
¿Qué es el cáncer de próstata?
El cáncer es el crecimiento celular descontrolado, que con el tiempo da lugar a un tumor o nódulo. Cuando estas células tumorales crecen en la próstata, se desarrolla un cáncer de próstata. En la próstata hay varios tipos de células, pero la mayoría de los cánceres de próstata se forman en las células glandulares, que contribuyen a la producción del líquido seminal. El término médico para un cáncer que se desarrolla a partir de estas células es adenocarcinoma. Si estas células se extienden a otras partes del organismo se producen las denominadas metástasis. El cáncer de próstata es el que mayor incidencia tiene en los hombres, representando el 21, 7% del total de los tumores diagnosticados en España.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los tumores de próstata evolucionan de forma lenta y se suelen originar en la parte de la próstata más lejana al conducto uretral por lo que los síntomas suelen aparecer cuando el tumor ya está relativamente avanzado. Pueden ser los siguientes:
- Urgencia miccional: Ganas repentinas de ir al baño a orinar, aumento de la frecuencia, tanto de día como de noche, e incluso pérdidas involuntarias de orina.
- Disuria o dolor y escozor durante la micción
- Retardo en el inicio de la orina y disminución en la fuerza del chorro. También se puede experimentar intermitencia en el mismo. El retardo en el inicio de la micción puede surgir debido a que el tumor puede obstruir la uretra por su propio crecimiento
- Goteo tras la micción y sensación de vaciado incompleto de la vejiga. Esto puede hacer que el paciente esté constantemente acudiendo al baño
Cuando el cáncer se encuentra en etapas más avanzadas puede aparecer la siguiente sintomatología:
- Pérdida de peso, de apetito y/o anemia
- Insuficiencia renal
- Edemas en las piernas (retención de líquidos)
- Dolor óseo localizado en las caderas o zona lumbar
¿Cuáles son las técnicas de diagnóstico del cáncer prostático?
El urólogo entrevista habitualmente al paciente sobre sus síntomas y se sirve de dos pruebas fundamentalmente:
- Tacto rectal: La próstata se puede palpar fácilmente a través del ano. Esta exploración permite al urólogo localizar nódulos o irregularidades en la superficie de la próstata, aumento de tamaño en algún punto concreto de la glándula, alteración en sus bordes, o bien, detectar cualquier molestia al palparla.
- Antígeno Prostático Específico (PSA): mediante un sencillo análisis de sangre se puede determinar este antígeno. El PSA es una proteína producida por la próstata que se segrega junto con el semen. Los valores de PSA se pueden alterar por:
– El crecimiento prostático natural que experimenta el hombre (hiperplasia benigna de próstata).
– Por la presencia de inflamación en la próstata (a veces por la realización de un tacto rectal previo al análisis, ecografía transrectalprevia, biopsias, masajes prostáticos, retención urinaria o colocación de sondas vesicales).
– Un PSA elevado puede también indicar la presencia de células tumorales en la próstata, por ello, generalmente el urólogo recomendará la realización de otras pruebas diagnósticas:
Ecografía transrectal: Es similar al tacto rectal, ya que, se introduce por el recto una sonda ecográfica. Esta prueba de imagen permite ver al urólogo posibles anomalías en la próstata
- Biopsia transrectal convencional: Para realizar esta prueba se añade al ecógrafo transrectal una aguja larga y fina que realizará la punción y extracción de tejido. El especialista se guiará del ecógrafo para determinar que realmente obtiene tejido de la próstata aunque la ecografía transrectal no visualiza los tumores de próstata adecuadamente. El tejido obtenido se enviará al laboratorio de anatomía patológica para analizar si existe o no malignidad en las células. Con la introducción del mapeo prostáticotransperineal, esta prueba ha quedado obsoleta, ya que la biopsia transrectal es poco precisa y tras la misma existe un mayor riesgo de sangrado, retención de orina y de padecer una infección prostática o incluso una sepsis.
- Mapeo prostáticotransperineal con fusión de imágenes de RMN 3 Tesla Multiparamétrica y ecografía: Esta técnica combina dos tecnologías: la Resonancia Magnética Multiparamétrica 3 Tesla, que permite visualizar las lesiones sospechosas de cáncer de próstata con alta sensibilidad y sin radiaciones para el paciente, y el Sistema BIOPSEE de fusión de imágenes RMN-ECO, que realiza la biopsia a través de la piel del periné y no a través del recto. La unión de estas dos técnicas permite mayor precisión permitiendo dirigir la aguja al lugar exacto de la lesión visualizada en la RMN. Con el mapeo aumenta la rapidez en el diagnóstico, ya que los resultados están disponibles el día siguiente de la prueba. El mapeo obtiene una tasa mayor de detección de tumores, al asegurar que se toma la biopsia de las zonas de sospecha detectadas en la resonancia, permite un diagnóstico más precoz del cáncer y proporciona mucha mejor información sobre el tipo de tumor existente en la próstata.
¿Cuáles son los tratamientos para el cáncer de próstata?
Por un lado, existen las opciones clásicas (cirugía abierta y radioterapia externa) y por otro, existen otros tratamientos menos invasivos pero peor estudiados (braquiterapia, crioterapia,tratamiento con ultrasonidos de alta intensidad HIFU y electroporesis).
Opciones convencionales
- Cirugía: La cirugía del cáncer de próstata consiste en la extirpación de la próstata y las vesículas seminales. Existen varias modalidades de tratamiento quirúrgico
- Prostatectomía radical retropúbica: Se realiza una incisión desde el abdomen hasta el pubis por el que se accede a la próstata. Este tipo de cirugía conlleva un riesgo de significativo de hemorragia durante la intervención y puede dejar secuelas como incontinencia urinaria y disfunción eréctil. La intervención tiene una duración de entre 90 minutos hasta 4 horas.
- Prostatectomíaradical perineal: el cirujano hace un corte en la piel entre el ano y la base del escroto (perineo). Dicho corte es más pequeño que el que se realiza con la técnica retropúbica y regularmente dura menos y ocasiona menos pérdida de sangre. Sin embargo, es más difícil para el cirujano preservar los nervios alrededor de la próstata y no es posible extraer los ganglios linfáticos cercanos con esta técnica.
- Prostatectomía radical laparoscópica: Se realizanpequeñosorificios en el abdomen por los que se introducen una cámara y los instrumentos quirúrgicos. Este tipo de cirugía permite al cirujano, de forma mínimamente invasiva, extirpar el tumor. Disminuye el riesgo de sangrado y las molestias postoperatorias para el paciente.
- Prostactectomía radical robótica con Da Vinci: Es una de las opciones más seguras para el paciente durante todo el proceso quirúrgico y tras la intervención. Se realizan pequeños orificios por los que se introduce la cámara y los instrumentos que el cirujano guiará a través de un sistema robótico. Esta operación, que tiene menor riesgo que la cirugía convencional, permite que el individuo mejore sus posibilidades de mantener la función eréctil tras la operación y disminuye mucho, asimismo, la posibilidad de padecer incontinencia urinaria, secuelas clásicas de una prostatectomía con cirugía convencional.
Opciones menos invasivas
- Braquiterapia: Es un tipo de radioterapia consistente en insertar semillas radiactivasen la próstata. Se realiza con la ayuda de la ecografía transrectal y permite que actúen sobre el tumor disminuyendo la dosis de radiación que reciben los órganos vecinos, la vejiga y la uretra en comparación con la radioterapia externa.
- Crioterapia: Esta modalidad de tratamiento destruye el tejido prostático afectado por el cáncer mediante la inserción de criosondas especiales por vía perineal, que congelan el tumor. Generalmente se utiliza en pacientes de alto riesgo quirúrgico que no tienen interés en preservar la función sexual.
- Ultrasonidos focalizados de alta intensidad o HIFU: Con esta técnica se introduce una sonda en el recto del paciente. La sonda obtiene imágenes de la próstata y permite al urólogo destruir de manera precisa y mediante ultrasonidos focalizados que generan calor la zona tumoral. Durante el tratamiento, las ondas pasan a través del recto sin causar daño. Es un tratamiento seguro, puesto que elimina el riesgo de hemorragia, y tiene una duración de entre una a tres horas. El paciente no requiere de anestesia general y puede recibir el alta a las 24 horas. Además no se le expone a ningún tipo de radiación hecho que, permite preservar los tejidos cercanos al tumor. Se trata por tanto de una técnica no invasiva y no quirúrgica, lo que permite al paciente la incorporación a su vida cotidiana de forma rápida y elimina asimismo riesgos postoperatorios como la impotencia sexual e incontinencia urinaria. No se puede utilizar en todos los pacientes.
Tratamientos experimentales
- Electroporación irreversible: este tratamiento contra el cáncer de próstata destruye las células cancerosas mediante pulsos eléctricos emitidos desde antenas que se insertan en la próstata por vía perineal. Esa “descarga eléctrica” provoca que las membranas celulares se abran y las células mueran de forma natural. Está todavía siendo investigada y hay muy pocos resultados publicados.
- Terapia Fotodinámica Focalizada Vascular (VTP): Esta técnica bloquea la vascularización del tumor provocando la muerte del tejido utilizando una luz intensa tras la administración de una sustancia que sensibiliza a los tejidos tumorales a la luz. También está en fase de experimentación.